Colegios privados (y públicos)

/ Ranquin andaluz /

Actualizamos una entrada de hace casi dos años, gracias a El Mundo.

Se trata de la tabla clasificatoria de más de un millar de colegios españoles, examinados a la luz de veintisiete criterios, con los 160 mejores calificados repartidos en tres categorías: 

• 100 Top,
• Notables y los 
• Internacionales.

Por lo que respecta a Andalucía, encontramos que, en la categoría Top:

• Sevilla reúne siete colegios de los cien mejores; en esto también es Sevilla la capital de Andalucía.
• Málaga, dos, en Fuengirola y Marbella, así como otros dos Notables en la capital.
• un colegio en Almería, Cádiz, Córdoba y Granada.

Así pues, la única variación con respecto a hace dos años es que en Sevilla entra un nuevo colegio en el Top100, conservando sin embargo el número de siete que ya ostentaba en esta categoría.
Hablábamos en el post de hace dos años también del IES Martínez Montañés y del Fernando de Herrera, dos ejemplos de excelentes colegios públicos. Otros detalles interesantes se encuentran en el post anterior de la serie.
No debería ser causa del descenso poblacional de la ciudad un déficit en este tipo de capital, sino en otras dotaciones de capital público.

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Ciudad de la Justicia en Sevilla: el cascabel al gato

/ A cargo de Manuel Jesús Florencio /

Qué digo: varios cascabeles le ha puesto al gato el clarividente periodista. Disfruten.

Contramano: Palmas Altas y Metro · Sevilla · Andalucía Información

Añado yo: y, a la vez, tramo este de la L2. Un solo tramo de una línea (sea el norte o el sur de la L3, como propone este maestro de periodistas) es condenar otros treinta y cinco años -lo que tardó en construirse la primera línea, desde su aprobación mediante ley de las Cortes franquistas, aquí- a la ciudad. El metro de Sevilla ha de blindarse frente a veletas políticas y veleidades territoriales (y  gremiales).

En color morado, el tramo norte de la L3 "desbloqueado", http://capitaleconomicadeandalucia.blogspot.com/2018/02/alborozo-por-un-tramo-de-metro.html

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¡Qué sería de Sevilla sin funcionarios (XVI)

/ Café, café /

[Por error, machacamos esta entrada XVI de la serie, publicada originalmente el 1 de marzo de 2019]

Me temo que, también incluso en la propia Sevilla, se ha convertido en lugar común en Andalucía la asociación de ideas que iguala “economía de Sevilla” a sector público.

La afirmación anterior, cuidadosamente malévola, y en un intento de construir una imagen de la provincia como rémora o parásito de la economía andaluza -y a lomos, por añadidura, del caballo de batalla que el mainstream conservador ha venido utilizando acerca de la responsabilidad del tamaño del sector y el gasto públicos en la actual crisis- tiene un efecto realmente perverso.
Así que, para desterrarla, y puestos igualmente en la astracanada, si en Sevilla -capital de Andalucía- no hay sino empleados públicos, una respuesta a la pregunta ¿Qué sería de Sevilla sin funcionarios? podría rezar, por ejemplo, que....

Sevilla no existe

/ Así escribe Juan Ruesga, y tiene razón /

Titula el arquitecto y escenógrafo Juan Ruesga de esa manera su artículo de opinión en la edición capitalina del Grupo Joly.
Efectivamente, yo creo que en las mentes de muchos de sus habitantes es así.

Sevilla no existe

Y ello se produce aun a pesar -o gracias a, quizás- de la constante presencia de Sevilla en el imaginario colectivo, nacional e internacional, a lo largo, de manera ininterrumpida, de más de 2000 años de la Historia.
Presencia en el imaginario colectivo sin parangón en Andalucía -en la que cualquier otro enclave puede reclamar protagonismo fugaz en algún momento histórico-, y en España y Europa.
Abusiva presencia creen algunos, cansados. Y es de tal potencia ese lugar que el poder público cree que los sevillanos ya están pagados. Y la capital deja de existir para él. Y necesita coartadas, como el Quinto Centenario del Descubrimiento de América, un proyecto de Estado, para acometer inversiones en la ciudad.
Termina Ruesga diciendo que «Creo que Sevilla debe tener claro, sin complejos, lo que es y quiere ser: la cuarta ciudad de España, capital de Andalucía y una de las ciudades referentes de Europa. O lo dejamos estar y que nadie se llame a engaño». Tiene razón.
De cuando en cuando, alguien pretende denostar ese estar sevillano en la Historia tachándolo de centralismo. Como el malagueño Aurioles (aquí), que aprovecha el Día de Andalucía para igualar de esa manera la urbe madrileña -inexistente en la Historia de España hasta 1561- con Sevilla.
Centralidad, oiga, centralidad. Sin complejos.

En estos sarpullidos, suelo recordar las palabras del ex secretario general del Partido Comunista de España, el cordobés José Luis Centella, hace ya un lustro, que lamentaba que «todas las administraciones, desde el Estado a la Junta, están siendo injustas con Sevilla en inversiones y planificación» de proyectos y consideró que «hay cierto complejo de contentar a otras provincias antes que a Sevilla». Quizás pudiera el economista Aurioles publicitar los datos -como hago yo en los gráficos de la banda derecha- de reparto del stock de capital público en Andalucía.

Déficit de capital en Sevilla según IU

La imagen superior procede de http://sevillacambioclimatico.com/
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