/ La dificultad de la Evaluación de Políticas Públicas /
En el boceto de lo que habrá de convertirse en el futuro sistema de Evaluación de Políticas Públicas en Andalucía, se señala, entre otras cuestiones, como requisito básico para la evaluabilidad de cualquier intervención pública (política, programa, plan, proyecto, norma) que el "problema/situación que se pretende cambiar ha de estar bien definido".
Ello dista de ser una cuestión baladí.
Se entiende por evaluación, en términos generales, un proceso integral de observación, medida, análisis e interpretación encaminado al conocimiento de una acción pública concreta que permita alcanzar un juicio valorativo, basado en evidencias, respecto de su:
- diseño,
- puesta en práctica,
- resultados e
- impactos.
Lo que sigue es la reproducción del artículo La Estrategia como problema perverso publicado en Harvard Business Review2.
Se trata de la conceptuación de una clase de problemas introducida en 1973 por los profesores de la Universidad de Berkeley (la universidad pública de California) Horst Rittel y Melvin Webber y que definiría muchas de las cuestiones a las que se enfrentan los gobiernos y las administraciones.
Así, pueden calificarse de “problemas enrevesados” el cambio climático, la marginación social, la degradación del espacio público, la obesidad de la población, la desigualdad y el reparto de la riqueza, etc.
El artículo de los autores mencionados, Dilemas en una Teoría General de Planificación, reseñaba diez propiedades que distinguen a los problemas perversos de los problemas difíciles (pero corrientes).
Son éstas: