/ Desde hace veintisiete años, veintisiete /
Esta es la increíble rutina que varias veces al día sufre la ciudad y su entorno desde 1991, sin que los poderes públicos hayan intervenido de manera efectiva en esta negativa situación que afecta al bienestar social y la economía de la zona.
Hoy sabemos más detalles del parche que se nos propone: el puente seguirá teniendo la misma anchura. Se trata de una segunda chapuza, que se une a la ya perpetrada con anterioridad en 1991, consistente en un carril reversible que cambia de sentido según las horas y la situación del tráfico.
La asociación Sevillasemueve rechaza la actuación, en la creencia de que ello no es sino la excusa para abandonar definitivamente la obra proyectada de la circunvalación SE-40 para superar el Guadalquivir mediante túneles (léase aquí, http://sco.lt/8XQHar).
Como se sabe, la SE-30 es la vía que conecta las provincias de Huelva y Cádiz, que no disponen de comunicación directa dada la imposibilidad de atravesar Doñana.
Les dejo el editorial de El Correo de Andalucía, 6 de agosto de 2018, sobre esta solución a los atascos, que suscribimos, así como otros artículos del periódico del mismo día sobre la cuestión.
[Si quisiera recibir nuevas entradas de este bloc de notas automáticamente en su buzón de correo, a la derecha se encuentra el mecanismo de suscripción. Los contenidos también se difunden mediante RSS, al pie de la página principal, Suscribirse a: Entradas (Atom)
Acabo de pasar por el puente. A mis cortas entendederas, diría que no hay espacio suficiente en los miniarcenes (ya rebajados para construir el carril reversible en 1991) para construir un nuevo carril (y no solo eso: los tirantes del puente están por medio).
ResponderEliminarAsí pues, la solución que se estaría barajando por el ministerio consistiría en construir carriles adicionales por el exterior del tablero del puente, como en Rande (Vigo). En pocas fechas, se hará público el proyecto y conoceremos los detalles.
Esto me lleva a coincidir con sevillasemueve: se trata de la excusa para abandonar la obra de los túneles bajo el Guadalquivir de la SE-40.