/ Sí, claro; tanto el capital privado como el público /
Con algún economista me he encontrado que me decía que el hecho de que Sevilla haya sido la provincia más perjudicada en el reparto de la inversión pública en España “no era tan importante”. Verde me quedé.
Sea
donde Y es el PIB, su volumen en unidades monetarias, y donde en el lado derecho de la ecuación se recogen las tres fuentes potenciales de crecimiento del mismo, como son:
• el volumen de empleo L, siendo α el peso de dicho factor trabajo sobre el total del PIB producido, y cuyo valor, según el criterio más extendido, es de 0,65.
• la dotación de capital K, y
El PIB es por tanto, según la economía clásica, función o resultado de la dotación de tales tres factores. En la formulación original, los factores son multiplicativos. Claro queda que si cualquiera de los factores aumenta su valor de un periodo a otro, el PIB aumenta. La relación es directa: si el factor decrece, el PIB, ceteris paribus, decrece.
Es decir, el volumen de capital (de capital privado y de capital público) de una región es un determinante del volumen de PIB que es capaz de producir una economía.
Como Juan de la Calle es capaz de aprehender, por mucho que la ecuación anterior reciba por el Análisis Económico el nombre de función de producción Cobb-Douglas.
Vea cómo es invocada en esta publicación de la Junta de Andalucía, el Informe Económico de Andalucía 2018.
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