Empresa en mayúsculas, sin parangón en Andalucía, está viviendo desde hace cerca de un año una complicada situación
Debut de Abengoa en el NASDAQ, la bolsa tecnológica de Nueva York |
El mercado así lo estimó, y, hasta ahora, las desinversiones ejecutadas (se ha desprendido de empresas tan brillantes como TELVENT o BEFESA) no han bastado para reducir la deuda.
También parece que la política de comunicación de la empresa no ha funcionado correctamente, con bandazos en las informaciones facilitadas a los inversionistas y los medios. Para una compañía con más del 85% de su cifra de negocios fuera de España (en EE UU obtuvo en 2012 el 26% de sus ingresos), estas cosas se pagan.
Todo lo anterior, y los bajistas, han conducido a una enorme caída en la capitalización bursátil de la firma sevillana, con volúmenes de contratación diarios muy superiores a los de empresas muchísimo más grandes.
La política de expansión de la empresa -esa conquista del futuro mediante la I+D+i- se va a ver
frenada de raíz por el rescate operado por la banca. Su traducción en el gobierno de la empresa: los propietarios fundadores pasarán a tener el 40% del capital frente al 57% actual y sus derechos políticos -vía sus acciones clase A- se verán más diluidos, sus asientos en el consejo de administración serán cinco -para un nuevo total más reducido de trece- y abandono del puesto de presidente por Felipe Benjumea.
A cambio, el aseguramiento por los bancos de la colocación en el mercado de una amplicación de capital de 650 millones de euros.
El mensaje del núcleo originario y de control de la empresa, rotundo: suscribirán 120 millones de esas acciones, con lo que muestran a las claras su implicación en la cuestión y la ligazón con Sevilla.
Se vislumbra un nuevo gobierno corporativo, más parecido a las empresas punteras típicas, y más prudente en lo financiero. También una mayor focalización en las áreas más tradicionales de la empresa, y un menor tamaño. Y esperemos mayor contento por esa parte interesada que son sus empleados.
Por encima de todo, la empresa -símbolo de otra Andalucía, alejada de la “apuesta por el tomate y la playa” que dijo un día Punset- parece haber sorteado su coyuntura más difícil (el castigo bursátil es, para los analistas, una sobrerreacción, http://www.expansion.com/opinion/2015/09/28/560916b0e2704e4b108b457d.html), y seguirá en la tierra que la vió nacer, muy cerca de mi casa.
Muchos estimamos profundamente este símbolo, fundado por un Hijo Predilecto de Andalucía y en el que trabajan más de 27.000 personas en todo el mundo y 4.000 en Sevilla.
Gracias, Abengoa. Y adelante.
Numerosas referencias de actualidad sobre la situación de Abengoa en http://www.scoop.it/t/capital-economica-de-andalucia?q=abengoa
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