martes, diciembre 22, 2020

Y vino otro Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos a resolver el problema

/ Alternativa viable para el cruce del Guadalquivir /


En Linkedin, la red profesional por antonomasia, encontramos una solución al problema público del cruce del Guadalquivir, solución empantanada desde hace lustros a causa del estrepitoso fracaso de la Gestión pública para su formulación. 
Este fracaso se mide en años de tramitología, como se dice en Hispanoamérica, y en despilfarro de recursos, los ya aplicados en una carretera construida pero cortada por la mitad y en una tuneladora comprada y arrumbada en la orilla del río. Y se mide en pérdida de bienestar social acumulado: colapso circulatorio, tiempo en los desplazamientos.
Y también, en coste de oportunidad: lo que Sevilla (Andalucía) ha dejado de ganar en expansión de su desarrollo socioeconómico.
Hasta ahora, se han venido considerando dos alternativas al problema del cruce del río:
  • un túnel, cuya obra fue adjudicada y ha sido recientemente paralizada por, según se ha manifestado por Javier Herrero Lizano, director general de Carreteras, deficiencias en los proyectos aprobados, y
  • un puente, de gálibo similar al del Puente del Centenario, el cual vemos reflejado en la imagen, con sus imponentes rampas, difíciles para el elevado tráfico pesado que soporta. 
Nos muestra una solución distinta, su solución, Ángel Ochoa, ICCP madrileño con más de 37 años de experiencia en la constructora FCC y ligado a Sevilla como ingeniero jefe de la obra del magnífico Puente del Alamillo y también de la nueva esclusa.
Su diseño resolvería dos cuestiones: el elevado coste de construcción y mantenimiento de los túneles por un lado y, por otro, el impacto medioambiental que supone la solución puente fijo y su rasante, su gran altura y elevada pendiente que dificultan el tráfico pesado, dada la existencia del Puerto de Sevilla (esto es, de Sevilla misma, la razón de ser y origen de la ciudad).

¿Cuál es esa solución?
Sencillamente, no cruzar el río en la ubicación propuesta y manejada hasta ahora, sino unos metros más allá, en los terrenos de la esclusa.

Así, el cruce del río se haría mediante:
  • un puente fijo de poca entidad y muchísima menor altura, la suficiente para pequeños barcos de recreo, en el brazo vivo del río, en Gelves;
  • dos puentes móviles adyacentes a la esclusa, y sincronizados con sus compuertas, en el brazo del río del puerto comercial, para permitir el paso de buques y el tráfico rodado. Estos puentes móviles, como hace ahora la esclusa, parte integrante de la protección de la ciudad frente a las riadas, permitirían el paso de mercantes y cruceros del tamaño que el Puente del Centenario permite, pero sin la enorme altura de éste. Y para no estrangular el tráfico rodado de la SE-40 -como ha venido haciendo el del Centenario en la SE-30 en sus treinta años de vida-, los puentes han de tener tres calzadas dos calzadas de tres carriles, y permitirían el paso del tráfico rodado sin interrupción, al activarse sincronizadamente con las aperturas y cierres de las dos compuertas de la esclusa. Siempre existiría un paso abierto para el tráfico.
Lo explica -y compara con las soluciones al uso- Ángel Ochoa aquí, 

COMPARATIVO DE LAS SOLUCIONES PARA EL CRUCE DEL GUADALQUIVIR POR LA SE40 Preste atención a las imágenes. Descárgueselas desde el enlace anterior.

Se trata de una solución muy ingeniosa que vendría a resolver el impasse actual: más corto plazo de realización, menor coste y sin oposición en el frente ecologista, que fue lo que motivó el descarte de la solución puente fijo cuando se adoptó la de los túneles hoy abortada.
¡Brillante!
Inconveniente: la afección sobre el tráfico portuario durante la construcción y durante la normal operación de la actividad económica tras su puesta en funcionamiento.
Recordemos que el puerto de Sevilla mueve, por ejemplo, mayor volumen de mercancías que el de Málaga, y por otro lado no presenta el tráfico de megacruceros turísticos que sí necesitan tanto Málaga como Cádiz.

Es, además, un puerto muy significativo en varios nichos de mercado: en project cargo (carga de proyecto, para productos muy especiales de exportación, como los de las empresas Gonvarri, Tecade y Megusa), astillero de capital privado, Zona Franca, I+D+i (con un centro de Innovación de la Universidad de Sevilla y las empresas allí ubicadas) e intermodalidad (con acceso por tren y por la SE-40). Un pilar de la economía sevillana a respetar.

Enhorabuena a Ángel Ochoa. 

Arroja luz sobre una situación negrísima, desesperada, 😩 y de tintes escandalosos para con la Gestión pública: siete ministros de Fomento y cuatro presidentes del Gobierno llevan hablando de este problema público desde hace más de dos décadas.
Ojalá le oigan en el ministerio.


 

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